Había una vez un pajarito que volando volando, encontró mucho alpiste regado por el camino y bajó a comérselo.
Cuando lo hacía entusiasmado picando aquí y allá, pasó un hato de vacas y optó por volar un poco para no verse atropellado, pero una de las vacas en ese momento tuvo una necesidad fisiológica que todo ser viviente tiene y sin más, le arrojó encima un mojón de excremento.
El pájaro no supo qué hacer, no se movió y siguió así de largo rato, hasta que sintió como aquella montaña que le había caído arriba, se solidificaba y desesperadamente pretendía salir, lo que impedía esa cárcel que cada instante se hacía más sólida.
En ese momento, un gato que veía con interés la escena, al escuchar sus aleteos y lamentos, se acercó y comenzó a lamer al pajarito hasta que le quitó toda la huella de la suciedad vacuna.
Lo miró un instante a los ojos…el silencio era abrumador…y sin más se lo comió.
La moraleja es clara; En política, no todo el que te caga te quiere hacer daño, y no todo el que te limpia te quiere hacer bien, pero sobre todo, cuando te caguen, ¡no te muevas!
El águila y la serpiente... Beltrones declinó porque sabe que si Peña gana, el será titular de la Segob y el próximo sexenio puede ser Presidente. La política es tiempo...